viernes, 27 de enero de 2012

"El Caballero de la armadura oxidada"

"El Caballero de la armadura oxidada" es un libro precioso, cortito como un cuento y muy ameno, pero del que se pueden aprender muchísimas cosas. Es una lectura que no deja indiferente a nadie, porque al que más y al que menos le hará pensar acerca de sí mismo. Yo la recomiendo a quien no la haya leído, porque todos, en mayor o menor medida, llevamos puesta una de esas armaduras de las que nos cuesta deshacernos y que en muchos casos, ni siquiera somos conscientes de que la acarreamos sobre los hombros.  



Lo leí el último año de carrera para la asignatura de Expresión Corporal. Lo recuerdo perfectamente porque todo lo que pasó en aquel cuatrimestre en aquella aula me marcó de una  manera especial. Soy de las que piensan que cada cosa tiene su momento y ese libro, al igual que otras muchas cosas de las que aprendí en esos meses, en otro contexto y en otro tiempo diferente quizá no habrían causado en mí el mismo efecto.

Es curioso, porque en aquella clase todos empezamos siendo caballeros de armadura oxidada, y poco a poco fuimos capaces de quitarnos la armadura (si no toda, parte de ella) cada uno a su manera. Después de leer el libro, el día en que todos nos despedimos, fuimos verdaderamente conscientes de ello.

Todavía se me pone el vello de punto al recordarlo…empezamos con temor a lo desconocido y, por qué no, reticentes a experimentar cosas nuevas en una clase y terminamos con lágrimas en los ojos al darnos cuenta de lo hondo que había calado todo lo que habíamos vivido y aprendido en unos meses. 

Es cierto, nos habíamos despojado de nuestras armaduras, las que en un principio no nos dejaban expresarnos con nuestro cuerpo a través del movimiento. 

miércoles, 25 de enero de 2012

Reflexión

Hoy me gustaría hacer una reflexión, algo en lo que he estado pensando estos últimos años. A veces hablamos del deporte de forma muy gratuita. Ahora esta palabra se utiliza para nombrar un montón de cosas que nada tienen que ver con su verdadero significado, pero que sirven como excusa para justificarlas. El partido de hoy me sirve de ejemplo porque, tanto si te interesa o no el fútbol, es inevitable enterarte de lo que pasa alrededor de ese mundillo y, sobre todo, de lo que acarrea un partido de tales magnitudes, un partido entre los grandes. ¿Qué dirá, dice o deja de decir un entrenador en una rueda de prensa? ¿Qué cara pondrá este cuando se vuelva a enfrentar a aquel? ¿Qué gesto, qué mirada, qué palabra…?

¿No nos hemos dado cuenta de que más que de un partido de fútbol parece que hablamos de un reality show? ¿Eso es en lo que se ha convertido el fútbol, en un circo en el que todo vale y todo se justifica y dónde lo más importante ya no está en el terreno de juego, sino en el pre, el post, la rueda de prensa y el vestuario? A mi que no me engañen, pero esto nada tiene que ver con el deporte.

Ya se sabe que los medios de comunicación magnifican todo lo que tocan de una manera alucinante y el dinero se encarga de hacer el resto. Y ahora es cuando más cuenta me doy de que no hacemos más que pisotear los valores que se asocian al deporte (o que deberíamos asociar). Supongo que no es lo que vende…y es una pena. Dan ganas de echarse las manos a la cabeza y santiguarse (aunque no sea uno creyente), pensando a donde vamos a llegar con toda esta locura.

A mí antes, dejándome llevar por la euforia, me interesaban tales cosas. Hasta que un día logré entenderlo y supe darle a cada cosa la importancia que para mí merecía. Y llegué a la conclusión de que lo que me interesaba de verdad era el fútbol como deporte, no el fútbol como máquina de hacer dinero.

Cuando descubrí esto, me quedé tremendamente aliviada. ¡Lo bien que se siente uno al quitarse una armadura más de encima!

martes, 24 de enero de 2012

Comenzamos el Año del Dragón

¡Hola! He estado dándole vueltas al tema y al final me he decidido a crear un nuevo blog en el que poder comentar intereses, aficiones, etc., totalmente diferente a lo que hacía en el anterior que era básicamente poner lo que se me pasaba por la cabeza en ese momento jeje Ahora quiero hacer algo distinto, así que a ver como sale el invento... :P

Para empezar, voy a hacerlo de la misma forma que terminé el anterior (qué original...xD), y es felicitando muy especialmente a los dragones (y por extensión al resto de animales del zodiaco) por este nuevo año en el calendario chino que acaba de comenzar.


Como la mayoría sabréis (o al menos a quien le interesen estos temas), el dragón es el único animal mitológico de los que conforman el zodiaco (a saber: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo), y está asociado con la buena suerte, la fuerza, la vitalidad, la energía, la salud...

A diferencia del zodiaco occidental, el chino tiene su base en los ciclo lunares. El año de nacimiento marca la personalidad y el destino de cada persona, que vienen dadas por las características del animal correspondiente a ese año, así como por los cinco elementos (agua, tierra, fuego, madera y metal), el yin y el yang. Así, según el año en el que nazcas te corresponderá un animal y un elemento (yo, por ejemplo, soy Dragón de Tierra). En el caso del 2012 le toca el turno al Dragón de Agua.

Existen varias leyendas sobre el origen del zodiaco chino, el cómo y el por qué se eligió a los animales que lo forman, todas muy parecidas pero contadas de manera distinta. Yo me aprendí la que se cuenta en uno de mis mangas favoritos, Fruits Basket (que tiene como tema central a los animales del zodiaco), que dice más o menos lo siguiente:



Cuenta la leyenda que Dios quiso celebrar un gran banquete al que invitaría a los animales. El ratón fue el encargado de repartir las invitaciones al resto, pero cuando fue a contarle al gato sobre la fiesta lo engañó diciéndole una fecha diferente. Llegado el día que le había dicho el ratón, el gato se encaminó al que creía sería el banquete al que le había invitado Dios, pero al llegar se dio cuenta de que estaba sólo y que el ratón lo había engañado. Desde ese momento se convirtió en el enemigo natural del ratón. El día de la fiesta, el ratón engañó al buey para subirse a su espalda y así poder llegar el primero. Detrás de él fueron llegando en fila el resto de los animales, orden que se tomaría para formar el zodiaco chino, del cual el gato no forma parte.



Y aquí terminamos por hoy después de esta breve reseña...¡Feliz año del Dragón!