viernes, 27 de enero de 2012

"El Caballero de la armadura oxidada"

"El Caballero de la armadura oxidada" es un libro precioso, cortito como un cuento y muy ameno, pero del que se pueden aprender muchísimas cosas. Es una lectura que no deja indiferente a nadie, porque al que más y al que menos le hará pensar acerca de sí mismo. Yo la recomiendo a quien no la haya leído, porque todos, en mayor o menor medida, llevamos puesta una de esas armaduras de las que nos cuesta deshacernos y que en muchos casos, ni siquiera somos conscientes de que la acarreamos sobre los hombros.  



Lo leí el último año de carrera para la asignatura de Expresión Corporal. Lo recuerdo perfectamente porque todo lo que pasó en aquel cuatrimestre en aquella aula me marcó de una  manera especial. Soy de las que piensan que cada cosa tiene su momento y ese libro, al igual que otras muchas cosas de las que aprendí en esos meses, en otro contexto y en otro tiempo diferente quizá no habrían causado en mí el mismo efecto.

Es curioso, porque en aquella clase todos empezamos siendo caballeros de armadura oxidada, y poco a poco fuimos capaces de quitarnos la armadura (si no toda, parte de ella) cada uno a su manera. Después de leer el libro, el día en que todos nos despedimos, fuimos verdaderamente conscientes de ello.

Todavía se me pone el vello de punto al recordarlo…empezamos con temor a lo desconocido y, por qué no, reticentes a experimentar cosas nuevas en una clase y terminamos con lágrimas en los ojos al darnos cuenta de lo hondo que había calado todo lo que habíamos vivido y aprendido en unos meses. 

Es cierto, nos habíamos despojado de nuestras armaduras, las que en un principio no nos dejaban expresarnos con nuestro cuerpo a través del movimiento. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario